En la búsqueda continua por mejorar la salud y seguridad de nuestros pacientes, las clínicas dentales están dando un paso adelante hacia la cardioprotección. Más allá de ofrecer tratamientos para mantener sonrisas saludables, reconocemos la importancia de estar preparados para situaciones de emergencia cardiovascular.
Las clínicas dentales son lugares donde pacientes de todas las edades acuden para recibir atención odontológica, y es esencial que estén equipadas para responder de manera efectiva ante emergencias médicas, incluidos los casos de paro cardíaco.
La instalación de desfibriladores automáticos externos (DEA) y la capacitación del personal en técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP) son medidas clave para garantizar una respuesta rápida y eficaz en situaciones críticas. El paro cardíaco puede ocurrir en cualquier momento y en cualquier lugar, incluso en entornos aparentemente seguros como una clínica dental. La rápida intervención con un DEA y RCP puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Al habilitar nuestras clínicas dentales como áreas cardioprotegidas, estamos demostrando nuestro compromiso con la seguridad y bienestar de nuestros pacientes y personal.