Cardioprotección entidades públicas
Las administraciones tienen un papel clave en la protección de la ciudadanía ante emergencias cardíacas. La instalación de desfibriladores semiautomáticos (DESA) en edificios públicos no solo responde a recomendaciones y normativas como el Real Decreto 365/2009, sino que representa un compromiso activo con la salud. Ayuntamientos, centros culturales y dependencias administrativas pueden convertirse en espacios cardioprotegidos mediante la formación básica del personal y el acceso rápido a estos dispositivos. Porque una respuesta inmediata también es una política pública eficaz.
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PROYECTO
Te asesoramos evaluando tus instalaciones para indicarte cómo se ajustan a la normativa actual.
INSTALACIÓN
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FORMACIÓN
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MANTENIMIENTO
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¿Cómo puede ayudar un desfibrilador DESA en una entidad publica?
Los edificios de uso público —como ayuntamientos, bibliotecas, polideportivos o centros de atención ciudadana— son lugares donde se concentran personas de todas las edades, muchas con factores de riesgo cardíaco. Un desfibrilador DESA en estas instalaciones permite actuar de forma inmediata en caso de paro cardiorrespiratorio, aumentando significativamente las posibilidades de supervivencia hasta la llegada de los servicios de emergencia.
El DESA está diseñado para ser utilizado por personal no sanitario con una formación mínima. Su uso es guiado por instrucciones de voz, lo que facilita una actuación rápida, segura y efectiva. Esto lo convierte en una herramienta indispensable para el personal de atención al público y de mantenimiento en cualquier entidad.
Más allá de su utilidad médica, disponer de un DESA transmite un mensaje de responsabilidad institucional. Muchas comunidades autónomas promueven su instalación a través de normativas específicas, alineando esta medida con las políticas de salud pública y prevención. Proteger la vida en espacios públicos es una inversión ética, social y normativa.