Un desfibrilador en una farmacia de Barcelona ayuda a salvar una vida tras un paro cardíaco

El pasado martes, un hombre de mediana edad fue reanimado con éxito tras sufrir un paro cardíaco en plena vía pública, gracias a la rápida actuación del farmacéutico titular de la Farmacia Sarriá. El profesional utilizó el desfibrilador que había sido instalado en el establecimiento como parte de una iniciativa de la Asociación Barcelona Salud.

El incidente ocurrió a escasos metros de la farmacia, cuando varios transeúntes alertaron al farmacéutico sobre la situación del hombre, quien yacía semiinconsciente. La pronta administración de la descarga eléctrica fue crucial para estabilizar sus signos vitales hasta que llegó el equipo del Servicio de Emergencias Médicas, que lo trasladó al Hospital Clínic de Barcelona.

La Farmacia Sarriá forma parte del programa “La farmacia, el corazón del barrio”, y su equipo había recibido formación voluntaria dentro del marco de responsabilidad social corporativa del proyecto.

Este caso se suma a otras ocho vidas salvadas desde el lanzamiento en 2014 del plan «Barcelona, ciudad cardioprotegida», cuyo objetivo es dotar a las farmacias de desfibriladores para facilitar una respuesta inmediata ante emergencias cardíacas. Dado que las farmacias suelen ser el primer recurso sanitario al que acuden los ciudadanos, su participación es clave.

En Cataluña, alrededor de 4.000 personas fallecen anualmente por paros cardíacos súbitos, y cada minuto sin atención reduce un 10% las probabilidades de supervivencia. Actualmente, ya son 121 las farmacias en Cataluña equipadas con desfibriladores, gracias a la colaboración de entidades públicas, asociaciones profesionales y empresas del sector.

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